El sistema de gestión de la Tierra (séptima parte)

Seguimos con el análisis del libro El yugo de Orión de David  Topí. 

El autor continúa:” ...  tras haber visto el papel de la mente consciente, el programa ego y el subconsciente, el siguiente componente que forma parte de la creación de la realidad común en el planeta, es el inconsciente.  

“... el inconsciente actúa como conexión con el llamado inconsciente colectivo de la humanidad, es el impresionante nexo que nos une a todos los seres humanos mentalmente...” 

“... Esta es la vía por la que se nos puede influenciar más y por la que llegan la mayoría de los programas automáticos y de los miedos que se anclan en nuestro sistema energético.” 

“...el   inconsciente colectivo ha sido formado por la suma de todas las Mentes de todo el planeta...” 

“... como una enorme piscina energética conectada a nuestras Mentes, recoge continuamente todas las emisiones mentales y emocionales de todos los miembros de la raza humana...” 

“... también llamado Campos mórficos, estos inconscientes colectivos están presentes en todas las especies de animales vegetales y minerales, ya que favorecen la propagación de ciertos conocimientos, realidades o informaciones entre todos los miembros de esa especie en concreto...” 

“... desde la psicología y la biología se afirma que los campos morfogenéticos o mórficos llevan información y que una vez creados son utilizables a través del espacio y del tiempo sin pérdida alguna de intensidad, es decir los campos mórficos son campos no físicos que ejercen influencia sobre sistemas con algún tipo de organización inherente como, por ejemplo, la raza humana...” 

“... para nosotros, raza humana, esto supone que existe energéticamente esa conexión...” 

“... todo lo que se cueza dentro de este campo mórfico afecta a todos y a cada uno de los miembros de la raza conectados al mismo, ello significa, que, si se modifica o manipula el inconsciente colectivo del planeta, todos y cada uno de los seres humanos conectados a él, se verán afectados para bien o para mal...” 

Y el autor sigue reflexionando: “... la razón principal por la que no tenemos aún el potencial de librarnos de las grandes razas que gestionan el sistema de vida en nuestro planeta, es que tienen un agarre brutal y profundo sobre este inconsciente colectivo...” 

“... debido a que hay muchas personas sabiéndolo y sin saberlo que están conectando, llamando, vibrando o pidiendo ayuda de diferentes formas a energías, egregores, dioses, etcétera. Creados por estas razas...” 

“... estamos sosteniendo sin ser conscientes de ello el permiso que les hemos dado desde la antigüedad para que puedan mantenerse en control...” 

“... es por eso, por lo que limpiar el inconsciente colectivo de nuestra especie se hace una tarea titánica y solo lo vamos consiguiendo a cuentagotas, sumando poco a poco conocimiento y conciencia al porqué de la situación planetaria y de por qué cuesta tanto deshacerse de los que frenan este camino de crecimiento que estamos intentando transitar...” 

“... ahora mismo ninguno de nosotros podemos deshacer esos ritos, religiones, plegarias y peticiones que millones de personas en el mundo hacen a diario, pero sí que podemos ir siendo conscientes poco a poco de lo que significan esas peticiones a todo aquello que no sea nuestro propio ser, nuestro propio Yo Superior, nuestra propia chispa divina interior...” 

“... la ayuda que se necesita se solicita hacia adentro hacia la fuente y la divinidad presente en nosotros mismos...” 

Bueno, realmente aquí se empieza a entender cómo somos fácil presa de cualquier tipo de manipulación a niveles invisibles, pero con un poder extraordinario. 

Los componentes de nuestra raza hacen que seamos nosotros mismos quienes nos hemos metido en esta situación, por supuesto sabiendo que “somos” el resultado de una manipulación que se origina en nuestra propia creación como raza. 

No decaigamos. Hay más para seguir pensando 

(continúa)