Me ha pasado que muchas veces, algunos pacientes permanecen en silencio, y es parte de mi tarea como analista también, observar el significado de ese silencio.
Porque el silencio también dice.
Y mi silencio de estos meses, dice mucho.
Me la he pasado tratando de discernir cuánta de la información que me llegaba era realmente la adecuada, la que yo necesitaba para mi crecimiento y evolución en conciencia. Les recuerdo que ustedes, son mis testigos y casi diría compañeros en este camino en mi propia evolución.
He escuchado divulgadores, personas con experiencias impresionantes en el ámbito paranormal y energético, canalizadores, supuestos contactados, viajeros astrales, personas con experiencias cercanas a la muerte que vuelven con mensajes, etc. Imaginen la cantidad de información que hay, repetida y repetida más de una vez, otras veces relecturas de pensadores más viejos, en fin, mucho “ruido”.
Semejante cantidad de ruido me agobió bastante. Por eso preferí el silencio.
Paralelamente continué con mi tarea de ayudar a pacientes, leer Registros Akáshicos, y acompañar Regresiones Terapéuticas®.
Justamente esas acciones de mi día a día fueron la mayor ayuda que pude haber tenido, porque me brindaron una luz maravillosa en esta semipenumbra que estaba sufriendo. Pude entender que no hay mejor música que la personal, porque cada uno de nosotros tenemos una melodía (energía en armonía) que es propia. Ese descubrimiento me abrió las puertas a la paz que necesitaba y a esa confianza en que TODAS las respuestas están adentro mío.
El camino es hacia adentro. “COMO ES ADENTRO ES AFUERA. COMO ES ARRIBA ES ABAJO”.
Qué maravilla entender ese principio que sostiene la Ley de Correspondencia. Qué bella respuesta a mi desazón.
Como ven, textos antiguos, frases que quedan dando vueltas por la mente, ideas que aparecen, todo este tipo de sincronicidades no hacen más que demostrar que el fractal más elevado de mí, está atento a mi camino y dispuesto a brindar el empujón necesario para continuar. Es decir, TODO está adentro mío, TODO soy yo, hasta el silencio.
Gracias por acompañarme en estos descubrimientos y espero que active en cada uno lo necesario para continuar el camino de la conciencia.
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